martes, 22 de marzo de 2011

Abuelo.

Sé que yo no lo puedo recordar, pero también sé que estabas ahí. Y ahora, esto, es algo con lo que no contaba. Querría que supieras que siempre voy a estar contigo, aunque no estés. Siempre.
Porque para eso estamos, ¿no? Realmente no soy yo por quien lo siento, si no por esa personita con la que vives y a la que también quiero mucho.
Pensé. Pensé que siempre estarías ahí y me olvidé de que no eras inmortal.

Ahora le toca a tu niña seguir. Aunque sólo sea mi segundo apellido, haré que te sientas orgulloso de que lo lleve yo. Lo prometo.

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